Libro de Lamentaciones

Libro de Lamentaciones

Lamentaciones ( איכה ʾēḫā(h), Eikha) 

Este libro es atribuido a Jeremías, es un documento del Antiguo Testamento de la Biblia, y también del Tanaj. La Biblia cristiana lo ubica en las series de Libros proféticos, entre Jeremías y Ezequiel en las Biblias protestantes, y entre Jeremías y Baruc, en las ediciones católicas y ortodoxas.

Nombre y Ubicación: El Tanaj hebreo ubica este libro en los Ketuvim ("escritos"). Sin embargo, las versiones griega y latina las colocan a continuación de Jeremías, a quien se atribuye su composición.

El nombre hebreo del libro es ekah. Más tarde, la literatura rabínica lo llamó qinot, que los LXX tradujeron como Trenos y la Vulgata por "Lamentaciones".

Utilización

Como los textos se refieren al arrepentimiento por las desobediencias que causaron la catástrofe bélica, junto con el duelo de la ciudad y sus habitantes, los judíos las recitan en el gran ayuno que conmemora la destrucción del Segundo Gran Templo de Jerusalén a manos de los babilonios

Contenido

El libro contiene cinco poemas de lamentación por la destrucción de Jerusalén tras haber caído en manos de Nabucodonosor II en 587a.C

Evocan, por tanto, la destrucción de Judá y el horror del sitio de la ciudad.

Primera lamentación

El poeta llora la debacle y, personificando a la ciudad como alegoría, ambos reconocen el pecado del pueblo que causara la dura caída.

Segunda lamentación

Se conduele del castigo tan severo que Yahvéh envía a los judíos y exige a la ciudad que haga penitencia.

Tercera lamentación

Equipara su propio sufrimiento con el del resto de la ciudad y anhela para sí los perdones de la divinidad.

Cuarta lamentación

Nueva lamentación por la catástrofe y el abandono en que se encuentra la ciudad.

Quinta lamentación

Es un fuerte grito pidiendo ayuda y una lamentación de todo el pueblo implorando la asistencia de Yahvéh. La Vulgata latina la titula "Oración del profeta Jeremías".

Características particulares

Las cinco endechas o elegías son independientes unas de otras y presentan características distintas. La tercera es una lamentación individual; la quinta una colectiva y la primera, segunda y cuarta constituyen oraciones fúnebres.

Las cuatro primeras configuran cantos alfabéticos en los cuales cada verso comienza con una letra hebrea distinta. Sin embargo, el orden alfabético de la lamentación primera es totalmente distinto de los de la segunda, tercera y cuarta.

Quizás te preguntes...

·        Por qué un Dios Todopoderoso permite que sus hijos sufran? (Lamentaciones 2:19)

De las cosas horribles que suceden en el mundo, el sufrimiento y la muerte de un niño puede ser lo más difícil de entender. Posiblemente Dios no permitiría que aquellos que están tan claramente indefensos sean lastimados.

El problema a menudo se centra en la inocencia de los niños. Pero la inocencia solo sugiere que los niños sufran en situaciones por las que no son directamente responsables. Otras personas, a menudo adultos codiciosos o maliciosos, toman decisiones y llevan a cabo acciones que resultan que los niños sufran. Hay situaciones en la cual los niños son atrapados en el fuego cruzado del pecado por acciones que involucran a otros. La inocencia sigue pero de cierta forma desaparece cuando esta junta con el pecado porque la verdad tiene que prevalecer. 

Para argumentar que un niño no debe sufrir porque no ha pecado indica una perspectiva ingenua de la naturaleza humana. La idea de ausencia del pecado malentiende al pecado mismo, el cual es parte y paquete de la naturaleza humana. El pecado afecta a toda persona y a cada institución humana, y desafortunadamente el dolor es el resultado.

 Autor: Tanto la tradición judía como la cristiana atribuyen el libro a la pluma de Jeremías, apoyando sus afirmaciones en el hecho de que el contenido de los poemas corresponden a la época en que vivió el profeta.

Fecha de su Escritura: El libro fue redactado en el 600 a.C.

Estilo Literario: Sermones o profecías en forma de cantos fúnebres.

Describámoslo en una Frase Corta:  Lo que habíamos temido ha sucedido. Nuestro pecado nos ha destruido. Mi corazón está roto.

Lamentaciones

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