UnaPromesa Extraordinaria

“Una Promesa Extraordinaria”

“Las virtudes cristianas más puras son aquellas forjadas en el crisol de la adversidad” — John MacArthur.

En nuestra cultura estamos obsesionados con hacer todo rápido y con eficiencia. Por eso detestamos aquello que sentimos que nos retrasa. No nos gustan los conflictos, las presiones, las frustraciones, las decepciones, las enfermedades — y todo evento que afecte el “orden” de nuestros planes

Creemos que son lo peor que nos pueden pasar, pero la verdad es que Dios ha hablado algo diferente.

Una promesa grandiosa para el cristiano.

Seamos honestos: Uno de los versículos más difíciles de creer en toda la Biblia es Romanos 8:28.

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”

Aunque ese es un pasaje muy popular que utilizan hasta los inconversos (aunque no sea dirigido a ellos), sé que es uno de los versículos más difíciles de creer en toda la Biblia. Si lo creyésemos como deberíamos, nuestras vidas fuesen diferentes. Confiaríamos más en Dios y tendríamos mayor gozo.

Se trata de una promesa maravillosa con fuerte implicaciones para toda la vida. El siguiente versículo enseña que todas las cosas nos ayudan a bien a los que amamos a Dios, los que hemos sido llamados por Él…

“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó” (Romanos 8:29-30)

Y más adelante leemos:

“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32)

Romanos 8 debe de ser un capítulo de la Biblia donde el cristiano sepa profundamente su significado. Esta es una muestra del por qué: Lo que el apóstol Pablo habla aquí, es que todo lo que pasa en nuestras vidas son regalos de Dios para que cada día seamos más como Jesucristo mientras estamos en este mundo.

Ese es el propósito para el cual Dios nos ha escogido, llamado y justificado por pura gracia y para Su gloria. De hecho, ya Dios nos ve en el futuro, glorificados en el cielo. Si Dios nos ha dado a Su Hijo, ¿Cómo no nos dará con Él todas las cosas para hacernos como Él?

Por tanto, hoy te digo lo siguiente; ¡no te quejes! ¿Por qué?

“Porque todo lo que sucede a nuestro alrededor son regalos de Dios que necesitamos”

Son parte del progreso y plan de Dios para nuestro crecimiento espiritual, ministerios, familias, etc. Por tanto, no son interrupciones o cosas para tu mal. Por tanto, vuelvo y te repito, no te quejes. Vive con gozo y sé agradecido en medio de toda circunstancia (Filipenses 4:4).

¡Ay de nosotros por quejarnos tanto! Nada en el universo es más absurdo que quejarnos de cosas que suceden para nuestro bien. Creo que cuando estés en el cielo, verás todas tus dificultades y circunstancias de ahora y dirás “Todo eso lo necesitaba para mi crecimiento en los negocios de Dios. Gracias, Dios”.

Esto es algo personal, y muy importante para mí. Es una de las lecciones que aprendí al principio del 2000 apenas cuando empecé en los caminos del Señor y hoy lo sigo viviendo, estoy pasando por una crisis que no se la deseo ni a la persona más mala de este mundo. Y sé que mientras Dios me de vida, vendrán otras circunstancias para que yo siga aprendiendo.

Por la gracia de Dios, puedo decir que: En medio de todas las cosas aparentemente malas que he atravesado, Dios me ha enseñado más de Su Palabra como nunca antes. Muchos pasajes de la Escritura fueron como nuevos para mí cuando pude entenderlos mejor, gracias al Espíritu Santo, en medio de las situaciones que viví.

La Palabra dice que Dios no solo hace eso conmigo, sino en todos Sus hijos, (los que lo han aceptado como su Salvado) de muchas formas y conforme a Su voluntad perfecta. Eso es asombroso.

Santificados por la verdad en medio de todas las cosas.

Es mediante Su verdad que Dios nos santifica y nos hace más como Jesús. Medita lo que nos dice Juan 17:17: “Santifícalos en tu verdad: Tu palabra es verdad.”

Por tanto, lo mejor que nos puede pasar una vez que somos salvos es conocer más y más Su verdad.

Entonces te preguntaras lo siguiente: ¿cómo todas las cosas nos ayudan para bien? Dios las usa de muchas formas para llevar a cabo sus planes en todo el mundo, y una de esas formas es haciendo de nuestras circunstancias lentes mediante los cuales podamos ver y comprender mejor la Palabra de Dios y así ser llenos de gozo, santificados y hechos más como Jesús.

Por eso en la Biblia leemos muchos pasajes como estos:

Hechos 14:22: “… Para entrar en el reino de Dios nos es necesario pasar por muchas tribulaciones”

Filipenses 1:29: “Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él”.

1 Tesalonicenses 1:6: “Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación…”

1 Tesalonicenses 5:18: “…den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús”.

Romanos 8:35-37: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? (…) Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”.

2 Corintios 1:3,5: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación (…) Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación”.

Eso también explica el Salmos 119:67 y 71.

67 “Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.”

71 “Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.”

 Allí el Salmista agradece a Dios haber sido humillado por él, y por tanto sufrido, porque así pudo comprender más la Palabra.

Resumiendo, Dios orquesta todo en la vida de los cristianos, incluyendo lo doloroso o desagradable, para santificarnos en Su verdad. Todo lo que Dios obra en nuestras vidas es perfecto, y si no lo vemos en esta vida, podemos tener certeza de que lo veremos en la eternidad. Eso es amoroso. Significa que todo lo que nos sucede es lo mejor que nos puede suceder.

Por eso estoy agradecido por todo con Él, aun por las cosas que me sucedieron cuando no era cristiano, ya que de vez en cuando me trae al pensamiento las veces que me saco de mi propio Egipto, las veces que me dio agua cuando estuve sediento, las veces que me proveyó cuando estuve corto de recursos, las veces que me consoló cuando no tuve a nadie cerca de mí y las veces que me protegió de la muerte en situaciones que me ocurrieron desde mi niñez hasta mi vejez. Mi deseo es estar más agradecido de Él y quiero que tú también lo estés. ¿Mi oración? Es que esta verdad nos llene siempre de gozo.


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