¿Cuál es la diferencia entre hipocresía y sinceridad?

¿Cuál es la diferencia entre hipocresía y sinceridad?

Entendamos primero la definición de “Hipocresía”;

Hipócrita es aquel que actúa con hipocresía. Es decir que finge sentimientos o cualidades que, en realidad, contradicen lo que verdaderamente siente o piensa. 

El concepto de hipocresía proviene de un vocabulario griego que hace referencia a la función de desempeñar un papel, de actuar. En la Antigua Grecia el hipócrita era un actor teatral, sin ningún tipo de connotación negativa.

Posteriormente, en esta misma cultura, se utilizó el término para referirse a aquéllos que “actuaban” en la vida cotidiana, es decir que fingían ser personas que no eran; significado que todavía se le da. Cabe mencionar que en la Biblia el concepto es utilizado en repetidas ocasiones y hace referencia a alguien que se aleja de lo que Dios desea; es decir, que es infiel.

Jesucristo mismo denuncia la “Hipocresía”. Lea y medite lo que dice Mateo 23:1-33. Hay un sin número de versículos donde Jesucristo utilizo la palabra “Hipócrita” para que pudieran recibir el mensaje. Esto no quiere decir que porque vivimos en otro tiempo a Jesucristo le agrada la Hipocresía”, de ningún modo, lo que Él llamo malo en aquellos tiempos lo sigue llamando malo hoy en día y siempre. En resumidas cuentas, donde existe la “hipocresía” no existe “AMOR”.

Ahora vamos a ver el significado de “Sinceridad”. 

Del latín sinceritas, sinceridad es el modo de expresarse sin mentiras ni fingimientos. El término está asociado a la veracidad y la sencillez.

La sinceridad implica el respeto por la verdad (aquello que se dice en conformidad con lo que se piensa y se siente). Quien es sincero, dice la verdad ósea es todo lo contrario de “Hipocresía”. Sin embargo, la práctica hace de este concepto un objetivo difícil de alcanzar, dadas las numerosas estructuras a las cuales nos sometemos. 

¿Por qué a veces sentimos que no podemos ser sinceros con quienes nos rodean? La raíz del problema, quizás, es que siempre encontramos respuestas a esta pregunta; “porque mi puesto de trabajo corre peligro” por lo tanto tengo que dejar saber quién soy o cual es mi título, “porque no tenemos una relación tan cercana”, “porque nadie me ha retado y por lo tanto digo lo que me conviene y lo hago ver verdadero ósea que lo que hablo tiene base.

La cualidad que consiste en expresarse con sinceridad se conoce como honestidad. La persona honesta respeta la verdad y establece sus relaciones bajo este parámetro moral. Sin embargo, es posible engañarse a uno mismo, hacernos creer que somos seres honrados y sinceros, a pesar de estar muy lejos de lucir estas virtudes.

De la misma manera que en la Biblia nos hace referencia sobre la “Hipocresía” también nos hace referencia sobre la “Sinceridad”. Cuando hay sinceridad hay “AMOR”. 

Meditemos en los siguientes versículos;

1 Timoteo 1:5 Pero el propósito de nuestra instrucción es el amor {nacido} de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe sincera.

Romanos 12:9 El amor {sea} sin hipocresía; aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno.

1 Pedro 1:22 Puesto que en obediencia a la verdad habéis purificado vuestras almas para un amor sincero de hermanos, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro.

1 Juan 3:18 Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

2 Corintios 1:12 Porque nuestra satisfacción es ésta: el testimonio de nuestra conciencia que en la santidad y en la sinceridad {que viene} de Dios, no en sabiduría carnal sino en la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo y especialmente hacia vosotros.

2 Corintios 2:17 Pues no somos como muchos, que comercian con la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios {y} delante de Dios hablamos en Cristo.

Por otro lado, la Palabra de Dios me dice que si no soy sincero no tengo “AMOR” y si no tengo amor mucho menos lo voy a practicar.

 Medita en los siguientes versículos del resultado de cuando somos sinceros, lo que realmente Dios espera de nosotros con tan solo cuando utilizamos la sinceridad. Podemos ver que automáticamente convertimos la sinceridad en “AMOR” y cuando eso ocurre entonces no le estamos dando cabida a la “Hipocresía”.

1 Corintios 13:1-3;

El amor verdadero

Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy. Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha. El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido ; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser;

Estos versículos de 1 Corintios 13:1-8 nos indica claramente que si somos sinceros estamos aplicando el “AMOR” y si aplicamos el “AMOR” estamos bien delante de Dios. Sino, entonces, estamos aplicando la “Hipocresía” la cual es lo contrario de la sinceridad, “AMOR”.

Te pregunto; ¿Te consideras que “AMAS” sin distinción o solo a los de tu preferencia?


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